El llamamiento a indagatoria de un expresidente por la Corte Suprema de Justicia es un hecho inédito en la justicia Colombiana.
Los presidentes siempre se acogieron al fuero que los pone en condición de intocables. Están sujetos solo a las investigaciones de la comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes. Garantía de impunidad. Uribe es el único expresidente que renunció a ese fuero por haberse hecho elegir Senador, desde ese momento se le previno que eso lo colocaría en manos de la Corte a la que tanto fustigó y tanto cae el cántaro al agua hasta que por fin se quiebra, de todas las acusaciones contra el expresidente alguna iba a reventar.
Este hecho dejó de ser un asunto jurídico y se convirtió en político. De hecho, ya hay algunos que dicen que fue por orden de Santos que lo llamaron a indagatoria, otros dicen que Duque le arregla eso. Muy lejos están de la verdad. La Corte actúa independiente y toma sus revanchas, sin obedecer a nadie del ejecutivo.
La pelea de Uribe con la Corte, viene desde su gobierno con las famosas chuzadas a los magistrados y el alto tribunal ya le había mostrado los dientes en los casos de sus Ministros, Uribito, Sabas, etc.
Su imposibilidad de estar sin protagonismo llevó a Uribe a cometer el error de quedar en manos de la justicia politizada que impera en Colombia desde finales del siglo pasado. Él pudo mejorar la justicia en 8 años, no lo hizo, más aún, le dio más fuerza cuando dejó de cumplir los fallos internacionales que la señalaban como violadora de los derechos humanos.
Lo cierto es que hoy Uribe está renunciado al Senado para evadir la inminente orden de captura que le dictaría la Corte y pasa a manos de la fiscalía para por lo menos ganar tiempo. Quedar en manos del fiscal Martínez, no es garantía si no para su patrón Sarmiento. Le queda la esperanza de que en dos años le nombren un fiscal amigo.
Este hecho sin duda agudiza la polarización en la que vivimos. Unos seguirán echando la culpa a Santos y pronto acusarán a Duque por no salvar a su jefe.
Que papayaso le han dado a Petro y compañía, solo queda esperar el talante de Duque, que no conocemos aún y hay que darle chance.
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