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Hay defensas y amistades que cuestan mucho prestigio y terminan acarreando manifiestos señalamientos de complicidad, derivados del proverbio popular que dice: «Dime con quién andas y te diré quién eres».
El aberrante caso del multimillonario senador «sin tetas» Bolívar y, el apoyo incondicional de su íntimo amigo y socio Petro, es uno de esos casos.
Bolívar, que puede ser «sin tetas», ha demostrado que sí tiene «garras» para los negocios y, ante todo, un gran desparpajo de “lobo”, para hacer gala de su fortuna, por medio de videos donde expone sus bienes y sus casas en Miami.
El triste y lamentable suceso del suicidio del hijo del actor Bruno Díaz, atormentado por sus deudas, ha sacado a la luz pública una faceta más del senador de marras; resulta que el «comunista» en Colombia y millonario en USA, se negó a pagar una deuda al desesperado suicida, quien clamaba a gritos ese pago, para solucionar sus afugias económicas.
Después de muerto el joven Díaz, “sin tetas» Bolívar, empezó a buscar al padre del suicida para parcialmente pagarle y lavar así su conciencia. El indignado papá optó por no recibir ese dinero y prefirió denunciar públicamente al «atarbán» y «tumbador» senador. Bruno muestra, además, pruebas irrefutables de las «mañas corruptas» del referido político, como las de conectarse ilegalmente a las redes eléctricas, para no pagar las tarifas de energía, que es un delito penal.
La defensa frenética de Petro a Bolívar, con el argumento que es un montaje Uribista, en contra de la Colombia Humana, es realmente ridícula. Bruno ha sido amigo de Petro, nunca de Uribe. Falta que recurran a los Derechos Humanos en Washington, para pedir medidas preventivas para Bolívar por no pagar sus deudas y robar a las empresas prestadoras de servicios de energía.
Otro caso de «defensas que matan «, es el del presidente Duque a su ministra de las TIC, doña Karen Abudinen. Está demostrado, hasta la saciedad, que la empresa ganadora del millonario contrato para llevar internet a regiones apartadas a las escuelas, presentó pólizas falsas de seguros, para garantizar ese contrato y que, las empresas que conforman esa unión temporal, todas son de personajes reconocidos como contratistas «preferidos» de Barranquilla, de donde casualmente es la ministra.
Esta protuberante falla administrativa y lo sospechoso que, desde el principio, fue este contrato, en cualquier país, causaría por lo menos, la renuncia de la funcionaria. Aquí lo que provoca es el apoyo irrestricto del presidente; después dicen que no entienden el porqué de la falta de credibilidad y apoyo al mandatario.
Ñapa: Y la descabellada flamante Procuradora General de la Nación y su compadre, el Fiscal General, ególatra turista Dr. Babosa, ¿dónde andarán frente a estos casos?
Ñapita: Para mis lectores del exterior una explicación: El Senador Bolívar es el autor del libro «sin tetas no hay paraíso»; vive en Miami y Bogotá; en varios videos en redes ha mostrado sus múltiples riquezas poseídas en USA; es el más cercano amigo del candidato presidencial Petro.
Ñaputa: Increíble que se haya caído nuevamente un ascensor del Palacio de Justicia de Cali; no llevaba ni 3 años de haberlo instalado; la justicia sigue de culo, gritaba la gente ayer.
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