Opinión: Este susurro solo lo entenderán quiénes son abuelos

11 Mar 11, 2021 Opinión Comentarios desactivados en Opinión: Este susurro solo lo entenderán quiénes son abuelos

Cuando van pasando los años, empezamos a conocer nuevas enfermedades y a conjugar nuevos verbos.

Uno de los nuevos verbos que descubrimos y es realmente encantador, es el verbo nietiar; cuando se empieza a conjugar este nuevo estado del alma, la vida nos depara ese maravilloso sentimiento de ver perpetuar la existencia, con el éxtasis de la simple contemplación de esos seres especiales a quienes llamamos nietos.

Cuando uno está nietiando (gerundio) no hay nada más importante que gozar ese momento. Nuestras prioridades cambian: Primero compartir y disfrutar al nieto; por eso, los nietos saben que nunca estamos ocupados para ellos.

Yo nieteo (presente) pocas veces porque mi nieto vive en otra ciudad, aunque siempre está presente en mi mente y en el chat; por eso, mi mayor satisfacción es saber que pronto nietiaré (futuro).

Cuando hemos nietiado (pasado pluscuamperfecto) se nos nota en la cara la felicidad y la vitalidad que recuperamos cuando compartimos con ellos; se nos olvidan todos los dolores.

Cuando hemos nietiado (pasado participio) varios días y se nos van los nietos con su bullaranga y su desorden de juguetes tirados por todas partes, nos embarga una gran nostalgia y nos asustamos con el hiriente silencio del orden.

Sin duda, uno de los sacrificios más grandes que ha impuesto esta maldita pandemia, es el de habernos privado de haber compartido con los nietos. No hay cosa más antinatural que la distancia social con los nietos; los abrazos con los nietos son la esencia del nieteo.

¿Habrá una lágrima más auténtica que la que nos sale cuando vemos enfermo a un nieto? ¿Nos dará más rabia algo que, cuando sabemos que han maltratado de alguna forma a nuestro nieto?

La vida vale la pena vivirla por llegar a sentir, después de nietiar, los abrazos de los nietos, seguidos del «te quiero, abue».

Ñapa: Este susurro solo lo entenderán quiénes son abuelos; para quienes no lo son aún, les garantizo que lo apreciarán cuando lo sean y comprenderán la dicha de conjugar en todos sus tiempos el verbo nietiar.