Opinión: Denuncio a los vecinos y vecinas que día tras día joden por todo.

1 Jun 08, 2021 Destacadas, Opinión Comentarios desactivados en Opinión: Denuncio a los vecinos y vecinas que día tras día joden por todo.

Me mamé, asumiendo todas las consecuencias voy a denunciar a las personas torturadoras que están causando el más grave daño, no solo en estos días del perpetuo paro nacional, sino, incluso, desde antes de la asesina pandemia.

Sé, de antemano, que mi denuncia, que será aplaudida por todos quienes me leen y alabada por mí heroica valentía, me causará seguramente mi asilo en otro lugar, pero, llegó el momento de que alguien lo diga.

Al grano como dice la penicilina:

Denuncio como los peores torturadores y causantes del desasosiego diario de quienes vivimos en edificios y condominios, a los vecinos y vecinas que día tras día joden por todo.

Concretamente me refiero a aquellos que llaman todos los días a la portería, a quejarse porque la bisagra de la puerta del armario del vecino suena cuando se abre. A esos personajes que se sienten dueños de todo el condominio, barrio o edificio; que regañan a los niños porque corren; que odian los perros y las mascotas; que no permiten que uno se demore bajando el mercado en la puerta; que 10 veces al día llaman a pedir que se baje el volumen del TV; que odian y persiguen a los que traen domicilios; que convirtieron el chat de vecinos en su sitio preferido para reprender por todo.

Estos autonombrados policías de los vecindarios, son más peligrosos que un miembro del SMAD borracho con una metralleta. Hablan a nombre de todos sin consentimiento; amenazan más que un extorsionista de la guerrilla; se inventan leyes y reglamentos y; lo que es peor, tienen la facultad de ponernos de mal genio, solo con que nos mencionen su nombre.

En toda unidad de vivienda hay, por lo menos, uno de estos peligrosísimos personajes. Son por lo general ociosos, que no tienen más actividad diaria que joder a los vecinos; son madrugadores y se acuestan bien temprano; todo les molesta. Si ladra un perro, a un kilómetro de distancia, llaman a la portería y a todos los apartamentos o casas a decir que callen al can. Son una agonía.

Si se habla duro se quejan; si se habla pasito es porque están murmurando contra ellos; piden 93 veces la palabra en las asambleas de copropietarios; se hacen elegir en todos los comités de convivencia; averiguan con los porteros la hora de entrada y salida de todos; son unos bochincheros empedernidos, disociadores por esencia, resentidos por todo; exterminadores de chat y, aunque sean bloqueados, logran volverse a meter.

Lo peor de todo es que gozan sabiendo que uno los odia; su mayor placer es pasearse por todo lado husmeando y que uno los vea en su sadicamasoquista labor de encontrar el por qué joder y miran sonrientes a sus víctimas; más aún, nos saludan como si nada hubiera pasado; acosan más que un marica en un túnel.

Tienen el don de presagiar desastres, tales como, si no se pinta la puerta de entrada del edificio, se va a oxidar y, cuando caiga un rayo, la va a tumbar y matar a alguien, que desafortunadamente no será él, que va a decir en ese momento que lo había previsto; eso lo repite todos los días; lo denuncia a la policía. Cuando se pinta nuevamente la puerta, se queja por el color y por el costo.

Estos hijos de la gran puta, se saben el teléfono y el email de todos, inclusive los del alcalde y comandantes de la policía; algunos han aprendido a poner denuncias virtuales y colocan una diaria; por lo menos colocan una tutela virtual al mes.

Aprovecharé la visita de la Comisión de Derechos Humanos para denunciar a estas rémoras sociales que no nos permiten vivir en paz en nuestros hogares, que con tanto sacrificio adquirimos y, que nos mantienen esta zozobra diaria. Si hay otro valiente que padezca lo mismo, por favor hacérmelo saber y conseguimos asilo político juntos o tramitamos la extradición de estas alimañas a la Antártida.

Ñapa: ¿Estarían dispuestos a votar un plebiscito que autorice a expropiar a los vecinos que solo tienen como oficio fisgonear y joder a sus aledaños?